En el sector energético un intercambiador de calor es un equipo que está diseñado para transferir calor de un fluído a otro sin que estos se mezclen o tengan contacto entre sí. Por ejemplo, en una planta energética, los intercambiadores de calor son esenciales para transferir calor entre diferentes fluidos y sistemas, mejorando la eficiencia y reduciendo emisiones. Se utilizan en diversas aplicaciones, como la generación de vapor, el precalentamiento de agua, la refrigeración y la recuperación de calor residual.
La importancia de la limpieza en intercambiadores de calor
En los intercambiadores el rendimiento térmico puede ser afectado por la acumulación de sedimentos, incrustaciones o residuos orgánicos. Si el rendimiento energético baja implica el aumento del consumo y, por lo tanto, un aumento del coste. Algunos estudios indican que una capa de solo 0,8 mm de incrustación puede reducir la eficiencia del sistema hasta en un 25 %. Por ello es tan importante la limpieza de intercambiadores.
Retos en la limpieza de intercambiadores de calor.
Como hemos hablado la limpieza de un intercambiador es fundamental pero no es una tarea sencilla. Algunas de las complicaciones más comunes a la hora de limpiar un intercambiador son:
Acceso limitado y geometría compleja
Muchos intercambiadores tienen diseños internos muy cerrados o con múltiples tubos, aletas o placas, lo que dificulta el acceso físico. Esto hace que los métodos convencionales, como el raspado o el chorro manual, sean poco efectivos. Además, las zonas que más suciedad acumulan son las zonas ocultas o de difícil acceso.
Incrustaciones difíciles de eliminar
Con el tiempo, pueden formarse depósitos sólidos como carbonatos, sílices, óxidos metálicos, grasas o restos biológicos. Algunos se adhieren con tal fuerza que requieren soluciones de limpieza muy potentes, y no todos los métodos pueden eliminarlos sin dañar el equipo.
Tiempo de parada prolongado
La limpieza suele requerir desmontar el equipo o interrumpir procesos industriales, lo que representa pérdidas económicas por la parada.
4 métodos principales de limpieza de intercambiadores de calor
Hidrochorro de alta presión o hidroblasting
Este método utiliza agua a muy alta presión para eliminar incrustaciones, sedimentos y depósitos adheridos a las superficies internas. Es una opción rápida y efectiva, pero requiere precaución para evitar dañar materiales más delicados.
Limpieza térmica
Se basa en aplicar calor controlado para descomponer residuos orgánicos o grasos acumulados en el interior del equipo. Aunque no es tan común como los anteriores, se utiliza en entornos industriales donde otros métodos no resultan eficaces. Este método puede dañar el intercambiador con el tiempo y por tanto, no es tan recomendable como otros de los presentados.
Limpieza química
Este procedimiento consiste en hacer circular productos químicos específicos —como desincrustantes, detergentes o desoxidantes— que reaccionan con los contaminantes y los disuelven. Es un método muy eficaz en casos de incrustaciones severas, aunque es muy importante elegir el producto químico adecuado para no dañar el material base del intercambiador.
Limpieza por ultrasonidos.
Una tecnología de última generación que emplea ondas ultrasónicas para generar microburbujas en un líquido de limpieza. Al colapsar, estas burbujas desprenden la suciedad sin agredir la superficie. Es ideal para limpiar zonas internas de difícil acceso, respetando la geometría y los materiales del intercambiador. En combinación con el químico adecuado, este método es el más rápido y seguro de los disponibles actualmente en el mercado. Con la limpieza por ultrasonidos, los tiempos de parada son mínimos, reduciéndose entre un 30% y 50% respecto al resto de métodos de limpieza.
La ventaja BRIO Ultrasonics para la limpieza por ultrasonidos de intercambiadores de calor
Como hemos, visto la limpieza de los intercambiadores es un proceso fundamental y necesario. Elegir el método de limpieza también es muy importante puesto que de su elección depende la limpieza correcta o el desgaste de este además de un tiempo de parada mayor o menor. La limpieza por ultrasonidos tiene demostrada eficacia y logra ser el sistema más beneficioso ya que permite reducir considerablemente las paradas de mantenimiento y alargar la vida útil de los intercambiadores de calor.
No obstante, no todas las tecnologías de limpieza por ultrasonidos son iguales. En muchos casos, las tecnologías ultrasónicas estándar pierden rendimiento a los meses de uso y su sustitución y mantenimiento es complicado. Incluso puede hacer necesario un cambio de máquina o reparación costosa que implique su envío a fábrica.
En el caso de BRIO, nuestro proceso exclusivo de fabricación de los emisores ultrasónicos nos proporciona una resistencia mecánica superior. Esto se traduce en una altísima durabilidad de los componentes del sistema ultrasónico y además nos permite utilizar las frecuencias ultrasónicas de máxima potencia, logrando unas limpiezas más rápidas y efectivas. Además, nuestro diseño modular y optimizado nos permite realizar mantenimientos rápidos sin necesidad de reparaciones costosas a nivel económico y en tiempos.
En BRIO Ultrasoniscs, apostamos por soluciones adaptadas a las necesidades de nuestros clientes, sostenibles y tecnológicamente avanzadas de limpieza por ultrasonidos. De esta forma garantizamos un mantenimiento de los intercambiadores de calor rápido, eficaz, seguro y respetuoso con el medioambiente.